
5 tesoros que quizás no conocías de Zaragoza
En muchas ocasiones, cuando llegan turistas a la ciudad no terminan de descubrir a fondo toda la riqueza histórica que tiene Zaragoza. Y es que, solemos quedarnos en los monumentos principales más conocidos y nos perdemos otros tantos que tienen una historia realmente interesante detrás. Hoy os traemos 5 lugares que quizás no conocías.¡Apuntad!
Monumento de la Constitución
Seguro que muchos de vosotros lo veis muy habitualmente, pero poca gente se para a fijarse en él ni en su significado. En pleno Paseo de la Constitución junto a Plaza Aragón y en uno de los cruces más concurridos de la ciudad, se encuentra este monumento. Compuesto por tres grandes prismas de acero y una esfera en el centro, hace referencia a la Constitución representando los 3 poderes que existen: ejecutivo, legislativo y judicial. El monumento se encuentra sobre un círculo de mármol, que da conjunto a todo. Las estructuras tienen 9 metros de alto y si te acercas, verás tu reflejo. Con esto se pretende dejar ver cómo la Constitución y la democracia nos representa a todos y, por tanto, es nuestro reflejo.
Arco del Deán
Muy cerquita de uno de los monumentos principales y más visitados, La Seo, se encuentra el Arco del Deán, que encierra una interesante historia. La Casa del Deán se construyó en el siglo XIII y sirvió de residencia al Deán del Cabildo de la Catedral. Para comunicarla con el templo, éste ordenó la construcción de una estructura de unión, el Arco del Deán. Consta de tres plantas distribuidas en: planta baja con un patio y vestíbulo de entrada, planta noble, destinada a las habitaciones privadas, y la superior donde estaban las habitaciones de huéspedes.
Actualmente es propiedad de la entidad bancaria Ibercaja, y alberga obras de su patrimonio artístico y, en ocasiones es utilizada como residencia de visitantes ilustres de Zaragoza.
Baños Judíos
Sin duda, uno de los lugares más olvidados a lo largo de los siglos. Los Baños Judíos son parte del patrimonio mudéjar de la ciudad, aunque en 2018 se decidió recuperarlos para poder abrirlos al público como espacio museístico. Este espacio es totalmente desconocido para gran parte de los zaragozanos. Y es que, se encuentran en el sótano de un edificio privado de la céntrica calle del Coso, concretamente en el número 126-132.
Son conocidos con este nombre porque era la comunidad judía la que más los frecuentaba en la época, aunque eran propiedad del rey de Aragón. Pertenecen a la tradición hispanoárabe con importante influencias mudéjares.
Torreón de la Zuda
Seguro que lo habéis visto en numerosas ocasiones, pero quizás no conozcáis su historia. Se trata de la torre que queda en pie del antiguo Palacio de la Zuda, alcázar musulmán situado dentro de la ciudad en el que se encontraba el gobierno. Su forma actual es de la segunda mitad del siglo XVI. Tras la toma cristiana de la ciudad en 1118 por las tropas de Alfonso I El Batallador, simbolizada con la toma del torreón, el edificio pasó a ser palacio real y sede de los reyes de Aragón. Lo fue hasta el siglo XIII, en el que se comenzó a usar el palacio de La Aljafería.
Ubicada en un extremo de la Plaza del Pilar, junto a la Iglesia de San Juan de los Panetes, esta torre alberga actualmente una oficina de turismo del Ayuntamiento de Zaragoza.
Palacio de Larrinaga
Ubicado a final de una de las avenidas más importantes de la ciudad, la de Miguel Servet. Se trata de uno de los edificios de resonancias modernistas más importantes de la ciudad. Se contruyó a principios del S.XX, entre los años 1900 y 1908, por orden del naviero vizcaíno Miguel Larrinaga, en prueba del amor que profesaba a su esposa Asunción Clavero. Es por eso que está decorado con motivos navieros y marítimos, en alusión a la ocupación de la familia.
Desde 1993 es propiedad de Ibercaja, y sus salas y torres guardan muchos simbolismos y anécdotas del pasado romántico de Zaragoza que merece la pena descubrir.

